Que mejor que empezar esta crónica, poniendo un diez al pueblo de Luesia y a su gente por la carrera que organizaron. El recorrido fue muy bonito ya que las lluvias de estos días atrás, habian hecho un paisaje verde y húmedo. También la niebla que nos hizo en lo mas alto de la prueba le daba su encanto a la carrera.
Desde la llegada al pueblo hasta el final no falto de nada, empezando a la recogida de dorsales con un desayuno de pastas, cafe, leche y la botella de coñac de las de toda la vida. Durante la carrera avituallamientos y a la llegada dulces, cafe y bebidas. Terminando con una comida y sorteo de regalos.
Voluntarios por el recorrido avisando de los tramos mas críticos y con riesgo, personas atentas en los avituallamientos, otros voluntarios en los controles. Toda esta gente aguantando el frió que nos acompañaba en la mañana. Gracias.
Jueces, chip de tiempos, duchas y un bar abierto al punto de la mañana para que pudiesemos tomar un cafe.
Fuimos unos cien participantes, pero seguro que al año que viene eso se aumenta, porque la carrera es para repetir y recomendar.
A todo esto se sumaba mis ganas de correr, si correr, probarme en el barro y si llovía pues con lluvia, creo que cuanto mas extrema es la prueba mejor se me da.
A las cinco de la mañana me tocaba diana, pero no me hizo mucha falta, las ganas hicieron de despertador antes de esa hora. Un buen desayuno para coger fuerzas y a esperar a Dani y Kike que me recogían para después ir a buscar a Marcos.
Una vez todos en el coche, marchamos camino a Luesia, el viaje se hizo corto, imaginaros de que serian las conversaciones. Correr, correr y mas correr.
Llegamos a Luesia y ya se veía ambiente de carrera, vamos, que solo se veían corredores a esas horas.
Fuimos a coger los dorsales, tomamos un cafe y ha prepararnos que se nos aproximaba la hora de salida.
Hicimos foto de recuerdo y a calentar.
Yo no tengo mucha experiencia en estas carreras , ni conozco a muchos, no tenia referencia de ningún corredor para saber un poco el ritmo que llevar, así que decido salir por sensaciones y a darle un poco.
Los jueces habían decidido la obligación de chubasquero durante toda la carrera. Normal, el día no pintaba muy bien.
Pasamos control y a la salida. se dice que la salida es controlada pero en cuanto la dan el control se perdió y cada uno a su ritmo.
Fue salir del pueblo y ya una subida con escaleras, hacia que la cabeza con unos tres corredores se adelantara. En ella iba Agustin que para no entrenar este tipo de carreras acabo muy bien, sexto de la general.
Yo me veía bien, me encontraba a gusto y lo que no había hecho nunca, contar los que iban delante de mi. Madre eso es ser competitivo y yo no suelo ser así, o normalmente estoy mas atrás y hay tantos que como para contarlos. Bueno entre la subida y curvas al final ni conté.
La carrera iba por senderos y sube bajas, pero ya se veía que iba a ser mas de correr que la del domingo pasado en Boltaña.
Fui cogiendo mi ritmo y en las bajadas al no ser tan técnicas aprovechaba para tirarme algo mas rápido e ir soltándome.
Cuando llegamos a lo mas alto había bastante niebla, en los tramos que no había niebla y se podía apreciar el paisaje, daba la sensación de estar en el País Vasco.
Las subidas se podían hacer el 90% corriendo, así que yo cabeza abajo y poco a poco para arriba. Habia oído que hasta el kilómetro dieciocho, después para bajo. Del quince al dieciocho puede que fuese lo mas duro de la prueba, ahí estaría el otro 10% que faltaba de subidas que seria andando.
A partir del dieciocho, empezamos a bajar, al principio por una pista y luego ya por sendas. La carrera volvía a ser todo por sendas muy pobladas de vegetación, lo cual lo hacia mas bonito. Sendas rápidas, pasos de ríos y mas sube bajas, se disfrutaba corriendo. Por la humedad había tramos en los cuales se patinaba uno pero bien. Yo tocaría unas cuatro veces suelo, pero sin ningún riesgo, al estar todo tan húmedo y con hojas, deslizaba bastante, lo malo que según íbamos pasando, aun peor para los de atrás.
Seguía encontrándome bien y empece a pretar un poco mas, al adelantar alguno aun me motivaba mas, así hasta que tuve que parar, no veía por donde continuaba la carrera, bajaba tan encenagado que me desoriente y tuve que esperar a que viniese el de atrás, para poder saber por donde continuar. No me importo, luego fuimos bajando juntos hasta que se me fue un poco, me sigue faltando bajar. Una vez llegados a las escaleras del inicio, nos dieron una vuelta junto al rió y entre huertos, por ultimo, una estrecha calle en subida nos hacia entrar al pueblo, un rodeo por el pueblo y a meta.
Contento con el resultado, después de la carga de la semana, acababa el 14 de la general con un tiempo
de 2 horas y 51 minutos.
Al llegar a meta le dimos al cuerpo su premio, un dulce de los que había preparado la organización, después una ducha y la comida en compañía del resto de corredores, jueces y voluntarios.
Vuelvo a dar las gracias a todos voluntarios por hacernos pasar un buen domingo, practicando lo que mas nos gusta. Os dejo la siguiente foto, que creo que merece que la ponga. Como me recuerda esto a mi pueblo.
La semana fue algo pesada y es la primera que me ha costado algo mas los entrenamientos, pero me viene de la carrera de Boltaña, me dejo bastante tocado de agujetas. Todo suma y lo que voy notando que recupero bastante bien de un día a otro.
Total de la semana con la carrera de Luesia 100 kilometros.
Recompensa de la semana:
El resultado de la carrera de Luesia, los buenos conceptos hacen que te salga mejor. Si la organización es un diez, el corredor disfruta y le sale un diez.
Esta semana también es de carga, llegando a los 115 kilómetros y la siguiente nos espera la TMT que empieza a picarme el gusanillo
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